Nuevos idiomas,…nuevas aventuras

Llega el verano y con él, el final de curso. Este año, para muchos estudiantes, verano no es sinónimo de vacaciones.  Cada vez más los jóvenes españoles utilizan los meses entre junio y septiembre para mejorar su nivel en distintos idiomas. Es una oportunidad única de salir al extranjero y hacer algo más que turismo.

Mayo es el mes en el que se gestan estas ideas y el momento más adecuado para pedir información sobre los diferentes cursos de idiomas que se ofertan en el extranjero. Es un nuevo concepto de viaje cultural, que permite además de visitar países como  Francia o  Alemania mejorar el dominio de otra lengua.

 

Hasta hace poco tiempo, los destinos más demandados eran países de habla inglesa. Sin embargo, viene siendo habitual encontrar cada vez más agencias que ofertan cursos en el extranjero de francés y alemán, como es el caso de Babylon Idiomas.

París, Lyon y  Rouen –capital de Normandía- o Berlín y Freiburg –una de las ciudades más universitarias del país-, son las ciudades de destino. Las posibilidades una vez allí son múltiples: desde cursos intensivos de una semana hasta un año académico, sin o con alojamiento en residencia o con familias nativas. Además si tienes intención de sacarte algún examen oficial como el Goethe, el DELF o el DALF, podrás inscribirte en los cursos de preparación de exámenes que ofrecen estas escuelas.

 

Los meses de verano son una gran oportunidad para salir al extranjero y aprovechar al máximo tu estancia en un país diferente. Porque aprender un idioma  es más que saber gramática y vocabulario: es eliminar las fronteras y expandir tu mundo.

Además es un método fantástico para hacer amigos, ya que no sólo conocerás a personas del país destino, sino de muchas otras nacionalidades además de la tuya: ingleses, polacos, portugueses, chinos, rusos… Piensa en que a tu regreso, podrás invitarlos a conocer tu ciudad y ¡seguro que ellos también estarán encantados de invitarte a su casa! A partir de ahora, hablar sobre el verano va a ser mucho más entretenido y provechoso para ti. Podrás revivir la experiencia, contar las anécdotas del viaje y de tu curso y estancia en París, por ejemplo, al caminar todas las tardes por la orilla del Sena mientras ves ponerse el sol en la ciudad más romántica de Europa. O ir de fiesta en Freiburg y tomarte unas copas en compañía de nuevos amigos. Porque, cuando la estancia es corta, las emociones y experiencias se intensifican y se disfrutan el doble. Y por supuesto, también el aprendizaje.

Pasar unas semanas fantásticas en otra ciudad y país, hacer amigos, y mejorar un idioma con la confianza que ofrecen nuestras escuelas asociadas en el extranjero. ¿Qué más se puede pedir?

Blogger: Sandra Garrido

  1. Luisa
    510 días ago

    Es totalmente cierto que estudiar en el extranjero es una gran aventura, conoces lugares, nuevos amigos, comidas diferentes, etc. gracias

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